Algunos sindicatos presumen de no vulnerar los derechos de las mujeres

Captura de pantalla 2019-11-27 a la(s) 21.07.35

¿Cuándo, en qué momento y qué día pensaron en ellas ? Que nos cuenten…

 Abogar por los derechos para la no discriminaciòn de las mujeres es todos los días. No uno y para quedar bien.

Algunas aún recuerdan cómo con la firma de la Disposición Final Quinta, estos mismos sindicatos que ayer llenaron las redes defendiendo la no vulveración de los derechos de las mujeres, permitieron una reestructuración androcentrista sesgando en función, ademas de por la edad, por género, siendo las trabajadoras con más edad y reducción de jornada las invitadas mayoritariamente a abandonar la empresa, dicen de forma voluntaria, pero olvidan la presión a las que las sometieron psicológicamente porque lo contrario era una bajada galopante de su categoría laboral, como así fue.

Parecen haber olvidado también que las políticas de conciliación en Iberia no existen salvo la obligada legalmente de “reducción de jornada”, penada en la mayoría de ellas en su trayectoria laboral, tanto como hasta llegar a reducir su plus de jornada fraccionada aún sabiendo que tras una demanda tendrán que devolverlo y con carácter retroactivo (algo ante lo que este sindicato que tanto abogaba ayer por la mujer en las redes se ha mantenido inmóvil).

La discriminación, vulneración, o violencia machista comienza históricamente en las Instituciones que son quienes desde que el mundo es mundo, organizadas siempre por los hombres, han permitido socializar creyendo en la inferioridad de la mujer y creando leyes, instrumentos, ordenes que alimentan esa creencia.

Así el propio Derecho se ha instrumentado en crear leyes que defienden las necesidades del hombre como universales y relativo a lo humano y con respecto a las mujeres han sido y son consideradas como específicas de un colectivo minoritario y escasamente reguladas.

Esto se puede trasladar a la negociación de todos los Convenios Colectivos de Iberia, siempre orquestados mayoritariamente por hombres que consideran las reivindicaciones de las mujeres como específicas y minoritarias.

Parece que estos sindicatos han olvidado también las dificultades para muchas de ellas de acceso a puestos superiores, que el Equipo Directivo está compuesto solo por hombres, o que ni siquiera pueden acompañar a sus hijos al médico o ven reducidas sus nóminas cuando tan solo pueden solicitar dos días de permiso por hospitalización (esto se puede trasladar igualmente a los trabajadores hombres, salvo que ellos siguen escogiendo las jornadas reducidas en menor medida, así como los permisos especiales o los permisos no remunerados por horas).

Se podrían nombrar una y mil discriminaciones que estos sindicatos miran desde la barrera pero con decir que el Plan de Igualdad es para escribir un libro de surrealismo e incumplimiento es ya más que suficiente.

Así que “DIME DE QUÉ PRESUMES Y TE DIRÉ DE QUÉ CARECES”.