los sesudos directores, managers, o simplemente correveidiles “Sindicalistas” van a intentar convencernos que debemos volver a soportar el peso de la tremenda subida del IPC en este último período, y que la simplifican con la guerra de Ucrania.
No hace falta más que revisar la hemeroteca para comprobar que la subida del
costo de los combustible ya se venía produciendo, y que consecuencia de ello son los enormes beneficios de las petroleras y las eléctricas, y por otro el aumento del IPC, que se prevé vaya a superar el 10%.
Si analizamos los resultados económicos de las grandes empresas del IBEX, podemos observar beneficios multimillonarios, CEOS con salarios millonarios y miembros de los consejos de Administración, también con salarios que rondan los 100.000 € o los superan. (Por cierto estos consejos de administración son nichos donde se guarecen ex- políticos, y entre ellos José María Aznar y Felipe González).
Y no debemos olvidarnos de los sindicatos Oficiales, UGT/CCOO, y de los que
tienden a imitar su funcionamiento como USO Y OTROS, reciben subvenciones
del Estado, de las CC.AA y de las empresas. Veremos como la prensa y las ordas serviles de estos últimos, en plena negociación de convenios, vendrán a comunicarnos
“que no nos queda más remedio que soportar subidas salariales por debajo del IPC para asegurar la viabilidad de las empresas”. Como podéis observar el cinismo remunerado no
tiene límites.
Desde CTA llevamos años denunciando estas actitudes que parece que no calan en una parte importante de los trabajadores, pero ello no quiere decir que no tengamos razón al aportar información y datos que avalan nuestros argumentos. Solamente basta con mirar críticamente nuestras nóminas y podremos observar que el retroceso, como mínimo desde 2014, la pérdida del valor real de las mismas con respecto a las actuales, sobre todo los salarios, fijo y variable, que se impone a las nuevas generaciones que se van incorporando a los puestos de trabajo.
DESDE CTA HACEMOS LLAMAMIENTO PARA QUE NO NOS DEJEMOS MANIPULAR, NO OLVIDEMOS QUE LA CONSECUENCIA DE LAS REDUCCIONES SALARIALES LAS
SUFRIMOS NOSOSTROS Y NUESTRAS FAMILIAS.