COMITÉ DE CENTRO, 12 FEB 20
Primer Comité tras las elecciones del pasado 29 de octubre. Tres meses y medio sin formarse el principal órgano de representación y defensa de los trabajadores y trabajadoras de Barajas. Hoy ha quedado claro por qué: CCOO y UGT mantenían una lucha por el poder, poniendo fin a su histórico matrimonio de conveniencia.
El resultado final es un mayor control de CCOO, Presidente y Secretario son suyos, y una apariencia y promesa de apertura y mayor participación de los sindicatos minoritarios.
Pero la realidad es que esa supuesta apertura se reduce a una simbólica Presidencia Suplente para CGT y un reparto de los Delegados de Prevención que también proponía UGT, por lo que era inevitable, en realidad.
De hecho, la intención original de CCOO era quedarse con cuatro de los siete Delegados, dar uno a cada uno de sus “socios de investidura”, CGT y CESHA, y uno a UGT, pues al fin y al cabo tienen un tercio de los Delegados del Comité de Centro, dejando fuera a USO y CTA.
Solo el sistema de votación (y el voto de CTA, decisivo finalmente) ha permitido la entrada de un Delegado de USO. Serán tres de CCOO y uno de CGT, CESHA, USO y UGT.
De las dos propuestas de candidatos, CTA decidimos apoyar la de UGT pues la considerábamos un cambio de rumbo necesario y más integradora, menos sectaria, como demostraron apoyando abrir las reuniones con Iberia del Artículo 21 a todos los sindicatos del Comité. Solo CCOO se opuso y peleó por mantener esas reuniones bajo su control. El reparto de cargos en la mesa propuesto por UGT seguía siendo entre los dos sindicatos más votados, pero para los Delegados de Prevención la propuesta era más igualitaria que el intento de mantener el control de CCOO. Y no suponía dejar fuera al otro sindicato mayoritario, como sí ha hecho CCOO, en un gesto que entendemos que va a dividir al Comité.
En CTA creemos que las maniobras y negociaciones ocultas que han llevado al reparto de cargos de hoy, y las tensiones que esto ha provocado dentro del Comité, se podrían haber evitado si todos, y en especial los dos sindicatos mayoritarios, hubiesen puesto por delante de los intereses partidistas el interés de todos los trabajadores y trabajadoras.
Con un diálogo abierto, sincero y generoso se podría haber alcanzado un acuerdo realmente plural mucho antes, y haber evitado, por ejemplo, vernos sin Comité, es decir, en gran medida indefensos, en la desastrosa campaña de Navidad o en el arranque de la crisis del corona virus.
Pero una vez más han primado, en unos y otros, sus intereses particulares. Y nos encontramos por ello con un Comité dividido en el que será muy difícil lograr acuerdos de consenso.
Pero aunque sea difícil ese será el objetivo de CTA, trabajar por una mayor unidad y pluralidad, por un Comité que represente a, y trabaje para, *TODAS Y TODOS*.