¿Cómo nos afecta el Brexit?

Imagen 16En vista de que el Comité Intercentros nos cuenta todo tipo de banalidades pero no nos comunica nada importante, desde CTA intentaremos explicar, en la medida de lo posible, cómo podría afectarnos el Brexit, es decir, cómo juega la depreciación de la libra en la cuenta de Pérdidas y Ganacias y en el Balance.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha desencadenado una fuerte depreciación de la libra esterlina que ha generado una pérdida de competitividad de nuestros productos frente a los británicos, lo que se puede traducir en una menor venta de vuelos de Iberia frente a los de British (si cabe aún).

Por otro lado, son muchos los británicos que pasan sus vacaciones en España, siendo Reino Unido nuestro principal origen turístico. La depreciación de la libra encarecerá las vacaciones en España y por tanto caerá la venta de vuelos a España y de sus conexiones con Latinoamérica con origen en Reino Unido. Según las previsiones de IATA, es probable que el mercado de transporte de pasajeros descienda entre un tres y un cinco por ciento hasta 2020 debido al Brexit. Esto supondría una reducción del crecimiento de pasajeros de entre un uno y un uno y medio por ciento a corto plazo. IAG obtiene el 36% de sus €23.000 Millones de facturación de la actividad en el Reino Unido. El efecto entonces será doble: por un lado, la caída señalada de la demanda y por otro la depreciación de la libra aminorará los resultados. Además, hay que tener en cuenta que del total de los activos, €11.112 mil millones son británicos.

No deja de ser en principio un auténtico varapalo en la cuenta de resultados para holdings como IAG que ya se preparan para un fuerte impacto, aunque con el tiempo, según dicen expertos tienda a estabilizarse. Si Iberia ya cuenta con un agujero en su cuenta de resultados del primer trimestre y se espera una caída mayor en el segundo, con el Brexit da miedo pensar en cómo nuestras cuentas de resultados pueden hacer mella en las del holding.

Es evidente que Iberia estará preparando su Plan de Contingencias que no consistirá en otro que no sea el mismo de siempre: si se esperaba un ERE ya, que por algo ha debido ser retrasado, que afectase a algo más de 1.000 empleados, las nuevas medidas podrían afectar a muchos más empleados y no se sabe bien cómo, o con figuras de recorte de empleo, categorías, progresiones, sueldos, entre otros, que los antiguos sindicatos estén ya adelantando con supuestas avenencias parciales que pondrán posteriormente sobre la mesa de negociación, como si de la escenificación de una obra de teatro se tratase.

Mientras que Iberia se siente no afectada, dice, más allá de la caída de la libra (como si esto no fuese por sí solo suficiente), IAG es el primer holding o empresa que reconoce su impacto. Ha admitido que en este 2016 no registrará los buenos datos con los que cerró el ejercicio 2015, cuando se incrementó en 910 millones, al pasar de 1.390 en 2014 a 2.300 el pasado año. Eso IAG, que anunciaba números negros, qué decir de Iberia que asegura haber empezado y continuar el año en números rojos.

Por otro lado, la salida de la Unión Europea podría afectar seriamente al sector de la carga aérea en el largo plazo. Según las estimaciones de la OCDE, los volúmenes comerciales británicos pueden bajar entre un 10 y un 20% hasta 2030.

Tampoco hay que dejar de ver el papel que jugará Reino Unido en acuerdos comunitarios como el European Common Aviation Area o en proyectos ya en marcha como el Cielo Único Europeo.  La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha asegurado que un espacio aéreo más eficiente en Europa aportaría 245.000 millones de euros adicionales al PIB europeo y 15.000 millones al de España en 2035. Conforme a la legislación Cielo Europeo Único, cualquier aerolínea basada en la UE tiene el derecho garantizado de operar libremente a lo largo del continente. Es por eso que Norwegian Air, por ejemplo, decidió poner sus oficinas centrales en Irlanda, dentro de las fronteras de la UE. Con el Brexit, British Airways, tendrá que renegociar sus acuerdos bilaterales con la Unión Europea para continuar viajando entre el Reino Unido y el resto de Europa. Iberia tiene garantizados sus derechos de vuelo mientras España permanezca en la UE. British Airways tendría un problema para mantener al menos el 51% de su capital en manos europeas si Reino Unido deja de serlo.

Ryanair ya ha anunciado que enfocará su estrategia de crecimiento hacia otras regiones europeas más atractivas -de los próximos 50 aviones que va a recibir, solo posicionará 10 en Reino Unido-. Es probable que le sigan otras compañías aéreas, lo que hará aumentar la presión competitiva sobre Iberia.

En definitiva: cae el valor de la acción -el día de anuncio del Brexit cayó un 25% y ningún analista espera que a medio plazo se recuperen los 8,7€ de noviembre pasado- y bajan las expectativas de resultados del ejercicio -IAG anunciará previsiones el próximo 26 de Julio-.

Para mantener rentabilidad para el accionista, veremos muy probablemente cómo se acometen nuevas reducciones de costes -recortar es lo que mejor se le da a esta directiva- y tratar de subir los ingresos -aquí han demostrado poco hasta la fecha-.

Todo esto sobre lo que sabemos, porque habrá mucho más que desconocemos…