Preocupante crecimiento del “machismo” en Iberia

Hasta hace unos años Iberia era una empresa en la que las mujeres podían decir que aunque la conciliación no era la deseada por todas, sí estaban mejor que otras empresas más pequeñas que podían pasar por alto algunas prácticas reguladas por Ley.

Desde que la nueva Iberia con sus nuevos gestores se puso manos a la obra, uno de los colectivos más castigados han sido el de las mujeres. Para todas aquellas que están acogidas o que pretenden en un futuro acogerse a una jornada reducida por maternidad, los “Job Posting – Ofertas de trabajo”, les están vetados, sino en la normativa y regularidad, sí en la práctica… Todos ellos adjuntan la coletilla de “disponibilidad completa” con la empresa. Esto no solo agrava la situación de muchas mujeres que no pueden conciliar, que se suman a todos esos hombres que desatienden a diario a sus hijos porque salen a horas intempestivas de la empresa y que recurren a sus parejas, sino que trae serias consecuencias con respecto a generaciones venideras, sobre las que no hace falta más que darse una vuelta por las páginas de Educación de nuestros Medios de Comunicación para entender en qué situación nos encontramos.

Frases entre despachos como “No podemos contratar demasiadas pilotas porque se nos embarazan”, no solo son machistas sino que generan un grave perjuicio social. Mujeres que a las que el hecho de acogerse a una jornada reducida por maternidad les supone tener que oír que “su perfil no se acoge al puesto” o “que no da el perfil profesional que se requiere” como ocultación de la verdad, que es “no te quiero en mi equipo porque tienes una jornada reducida” –, salvo honrosas excepciones en las que así no ha sucedido, no hace más que retrotraernos en el tiempo y convertir a Iberia en lugar de una empresa de futuro y de vanguardia, en la nueva empresa paternalista y del patriarcado.

Flaco favor se están haciendo a sí mismos quienes así piensan… y no sé qué pensarán cuando esto les ocurra no ya a sus mujeres, sino a sus propias hijas. Nada qué decir sobre las mujeres que se sientan detrás de una mesa y participan de esta política. Convencidos estamos que el día en que las quiten de detrás de esa mesa, se acogerán a la mima jornada reducida que previamente criticaron.