Las diez cosas que no te han contado del ERE y una más

Como sabéis el ERE está firmado y CTA no pudo formar parte de la mesa confirmatoria de un ERE que ya meses atrás supuestamente tenía apalabrado CCOO. Un ERE en el que todo aquel que tenga 58 años en estos tres años va a poder prejubilarse, eso dicen, pero la verdad es otra:

1.- En tierra hay unas 714 vacantes (por así llamarlo), pero personas que cumplan 58 años en 2017, 2018 y 2019 cerca de 1400.

2.- Con estos datos sobre la mesa solo se podrán prejubilar el 50% de los empleados que cumplan 58 años (y la empresa tiene muy claro las áreas en las que cuenta con excedentes)

3.- Aproximadamente para mediados de 2018, el cupo podría estar cubierto.

4.- A esto hay que añadir que por cada baja incentivada que se contemple, uno más cae del cupo.

5.- No son todos los de 58 años los que nos dirán adiós, ni serán todos los de menos de 58 los que se quedarán.

6.- Porque la empresa tiene muy claro cuáles son las áreas en las que quiere hacer la limpia y de cuántos, y no coinciden con personal de 58 años.

7.- Por tanto, empleados de menos de 58 años en áreas susceptibles de reestructurar, desaparecer o externalizar serán invitados (bajo la disposición final quinta) a migrar al aeropuerto o migrar a sus casas con una baja incentivada. Aquellos que digan sí a su traslado, sustituirán a uno de los que se tengan que prejubilar.

8.- Aún queda por saber si los empleados “Fuera de Convenio” excedentes formarán parte de este cupo de 714 vacantes o no. Si entran, el cupo merma.

9.- La última duda son esas figuras a modo de jarrón en escaparate de “recolección diferida”, “reducción de jornada”, o “teletrabajo”… que quedan muy bien como decorativas en el ERE pero que al igual que en el anterior, tenemos serias dudas sobre su apertura.

10.- Ante la gran cantidad de personas que desean marcharse con una baja incentivada, deciros que es muy probable que todas las bajas solicitadas no sean concedidas (solo las de las áreas afectadas) .

Y una más: Los sindicatos al uso están convenciendo a empleados a afiliarse o desafilarse de otros prometiéndoles preferencia frente a otros empleados en su salida. Estamos a la espera de que nos expliquen cómo lo van a hacer, cómo van a dar gusto a todos, o si va a ocurrir como en las migraciones al aeropuerto “voluntarias” pasadas, en las que solo pudieron contentar a sus delegados y uno más, y el resto llevaron el mismo camino que sus no afiliados.