El viernes 27 de octubre hemos asistido a una reunión conjunta con USO y representantes de AENA para tener información de primera mano sobre el proceso de licitación y la resolución del concurso de handling.
El pliego de condiciones y el proceso de evaluación fue consensuado entre AENA y las empresas interesadas en presentarse al concurso, con las que mantuvieron dos reuniones para definir dicho pliego, que fue aceptado por todos los concurrentes,sin impugnaciones ni reclamaciones en el plazo estipulado para ello antes de iniciarse el proceso. El problema de Iberia, vaya, no era el concurso ni el pliego, sino el resultado, que es consecuencia de su oferta y de la competencia con las otras presentadas.
Según AENA, y vista su presentación no queda mucho margen para la duda, todo el proceso, tanto en aquellas escalas donde Iberia ha conseguido licencia como en las que no, ha sido objetivo y equitativo. Sin subjetividades ni injusticias.
Todas las ofertas presentadas están, salvo alguna excepción muy concreta, por encima del 90% en los aspectos técnicos y económicos. Las diferencias entre unas y otras han sido muy pequeñas.
Según los datos que maneja AENA, si Iberia solicitase el autohandling tras el resultado de este concurso, perdería únicamente alrededor del 4% de su actividad actual. En alguno de sus comunicados, Iberia “argumenta” que si las otras ofertas que han sido elegidas mejoran sus condiciones económicas no tiene sentido que haga ese autohandling. Esto es FALSO: la oferta económica de Iberia era mejor que la gran mayoría de las de la competencia; la mayor diferencia, la clave fundamental para la pérdida de licencias, ha estado en el apartado técnico.
En AENA no tienen constancia oficial a día de hoy de que Iberia haya presentado recurso alguno sobre esta resolución. Conocen las informaciones de prensa pero ni rastro oficial de ese (de momento presunto) recurso. Lo que sí ha hecho Iberia es presentar los documentos necesarios para conseguir las licencias que le han sido concedidas. Lo que tampoco ha hecho hasta ahora es solicitar el autohandling, que supondría el mantenimiento de su actividad y de los empleos en casi su totalidad.
Si Iberia quiere, tiene en su mano la solución al problema que ella misma ha creado. ¿A qué espera?