O esa es la impresión que tenemos en CTA por lo que sabemos, lo que intuimos y lo aprendido en ocasiones anteriores.

El desastre (¿planificado?) del concurso de licencias le abre a Iberia LA OPORTUNIDAD (son sus palabras, no las nuestras) de segregar el negocio del handling, como llevan años persiguiendo. Con la complicidad necesaria de CCOO y UGT. Y suficiente, pues, gracias a los votos de tantos que han mirado más por su interés personal que por el colectivo, se bastan y se sobran para “negociar y acordar” en nombre de toda la plantilla, también afectando a quienes con sacrificios personales y profesionales llevan años defendiendo otras opciones sindicales menos dispuestas al colaboracionismo con la empresa.

Negociar, acordar y… ¿vender? Porque de cada trabajador que se marche en el ERE anunciado, ellos se llevan una comisión. Hacer EREs es parte de su negocio.

Los rumores filtrados de forma interesada este fin de semana, la opacidad y secretismo con el que han llevado esta negociación a espaldas del Comité Intercentros y de los trabajadores y trabajadoras, el comunicado de Iberia tan medido y “tranquilizador”… Todo cuadra con su habitual estrategia: ¡Que Viene el Lobo!.

Presentan un futuro terrible, crean incertidumbre y luego querrán pasar por salvadores de la clase trabajadora porque el desastre que firmen SIN CONSULTAR (salvo novedad) no será tan tan terrible como ese futuro que habían inventado. ¿Colará otra vez su teatrillo?¿Volverán a ser los más votados los sindicatos que deciden por (y contra) ti, sin tener en cuenta tu opinión?

Desde CTA estaremos pendientes para denunciar por las vías pertinentes toda merma en nuestros derechos o incumplimiento de los Convenios firmados. Porque pueden creer tenerlo todo atado y bien atado… como lo creían en la primera subrogación.