Se trata de un negocio que vende billetes de avión (sin nada incluido) por 99 euros, pero la verdad es que no es así, ya que esos precios son para cuatro asientos y en unos días muy determinados. Sin embargo, no le ha quedado otra a IAG, que por evitar que Norwegian, se hiciese con el mercado de largo radio desde España (algo que IAG y su hija predilecta British Airways llevan ansiando durante años). Un mercado muy goloso, el único que se le resistía al imperio británico. Y ahí que nos hemos posicionado, de momento con cuatro destinos desde Barcelona (hub que siempre se descartó porque no salían los números), con vuelos no tan baratos como los anunciados y con vuelos no tan llenos como se esperaban. O quizás no se esperaban y simplemente era una operación estratégica para evitar una total inmersión de la competencia en la Península Ibérica.
¿Nos puede salir rentable la operación estratégica? Lo cierto es que desde que Iberia fue cedida al holding nada parece ser rentable, al menos para nosotros, y quizás sí para los juegos de IAG. Los aviones son de Iberia, los pilotos son de Iberia y los TCP son de Iberia. ¿Tanto han bajado los costes operativos de estos vuelos como para vender a 99 euros? Ah! No, que no vendemos a 99 sino a 1.089 en plena temporada. Y si se reduce es porque se espera que el cliente asuma un vuelo de 13 horas infernal o pague en ancilleries (asiento, tarjeta de embarque, maleta, comida, entreteniendo a bordo) hasta completar la tarifa más alta.
Estos meses de experiencia apuntan a que Norwegian, que encontró primero el nicho ( y en esto del mundo digital el que llega primero es el que fideliza), lo va a tener, el éxito decimos. ¿Pero y Level? Los mismos expertos apuntan a que Level no cuenta con un modelo low cost como el de Norwegian y que Iberia ha sido víctima de IAG nuevamente con el único fin de estar de parapeto a una penetración en el largo radio de Norwegian a lo bestia.
Ryanair será quien alimente a Norwegian y Vueling a Level. ¿Hablamos de los mismos términos? No, y esperemos que este verano Vueling pueda remontar la mala prensa que le precede después del pasado verano. Es más el tráfico con el que se pretende alimentar a Level (ya que directo no cubre ni el 20% de sus asientos) es el europeo; clientes con un poder adquisitivo mayor que el nuestro y que por cien euros más barato no volarán vía Barcelona, ni Madrid (si es que el modelo se extiende) sino en vuelos directos en compañías aéreas desde sus puntos de origen y que además “no son tontas” y reducirán sus precios.
No nos olvidemos del combustible. De momento es viento a favor, pero teniendo en cuenta que en los costes de un vuelo, éste se lleva la mayor parte, cuando los vientos sean en contra, puede resultar difícil despegar y la estrategia nos puede llegar a golpear fuerte.
Por otro lado, ¿cómo es que no se han adentrado al modelo low cost de largo radio tantas y tantas aerolíneas de bajo coste? ¿Son tantas y tantas las que no ven negocio en esto del largo radio low cost?
Todo apunta a que nos estamos adentrando en un modelo operativo de corto recorrido. El modelo low cost terminará reconvirtiéndose, muchas aerolíneas que ahora operan a 35 euros vuelos de medio o corto radio desaparecerán porque no podrán competir en el futuro de nuevo con las tradicionales. Éstas llevan años renovando flotas y mejorando con eficiencia operativa sus costes, llevan años expulsando con o sin salidas traumáticas a todos sus empleados con sueldos a la antigua usanza (extraordinarias, complementos, antigüedades) y contratando personal mucho más ligero de peso económico, están aumentando el número de asientos incluso reduciendo el número de baños, informatizando y digitalizando las funciones en tierra ( o deslocalizándolas a otros países donde los costes bajan), suprimiendo servicios como (facturación, atención física y telefónica, etc..) y suprimiendo también servicios del vuelo que si el cliente los quiere los paga, abaratando el mantenimiento o deslocalizándolo también, menor tiempo de los aviones en tierra, eficiencia en vuelo, vendiendo sus sedes, etc…. Y algo muy importante, la supresión de las subvenciones por parte de las autoridades locales a las aerolíneas low cost, que llegará el día en que también desaparezcan.
Esto hará que el día de mañana puedan volver a competir y hacerse con el mercado. No dejemos a un lado que a medida que la población se empobrece, cada vez hay más ricos. Esto significa que estas aerolíneas que son las que llevan Primera Clase como se decía antaño, serán las únicas que podrán transportar al poder adquisitivo y con ello obtener los beneficios que solo se obtienen cuando se venden este tipo de billetes.
A esto hay que añadir que el cliente no es tonto y cuando un importante número de ellos se den cuenta de que los precios chollos de estas nuevas low cost son simplemente un reclamo publicitario, volverán a las tradicionales, a comprar sus billetes algo más caros, pero sin complicaciones añadidas, a modo del “Todo Incluido” de los Hoteles.
Y entonces, cuando las tradicionales hayan pasado el bache y se hagan de nuevo con el mercado… ¿dónde estará Iberia? Al lado de British Airways o American Airlines seguramente que no.