El próximo 28 de octubre
Iberia se enfrenta a las elecciones más duras de su historia
- CCOO y UGT temen una caída importante en las urnas
- Un sindicalismo alternativo está generando la confianza de los empleados
Madrid, 22 de octubre de 2015
Estos cuatro años han dejado huella en Iberia. Un proceso de reestructuración duro en el que los antiguos sindicatos han tomado parte activa firmando el Acuerdo de Mediación, el convenio colectivo correspondiente y un ERE bloqueado para los años 2016 y 2017 bajo sentencia.
Los empleados de Iberia se han visto sometidos a traslados forzosos amparados en una disposición final quinta, incluida en el ERE demandado, que permitía su bajada de categoría laboral, su reducción de jornada, y su movilidad. Para evitar el conflicto colectivo, en grupos de menos de 30 empleados, muchos administrativos han regresado a los aeropuertos (en su mayoría mayores de 45-50 años), y la mayoría de los técnicos superiores han sido reubicados a los puestos de los administrativos con la supresión de complementos y bajada de sueldo; los técnicos de mantenimiento han perdido su especialización de forma progresiva y en los aeropuertos, el personal de Iberia desconoce lo que es la conciliación laboral con la familiar.
Los sindicatos antiguos han visto con desagrado la desafiliación de muchos de sus afiliados afectados por el declive de la Gestión de Recursos Humanos, que está enfocada tan solo en el personal nuevo y económico o en la subcontratación del trabajo. La empresa se encuentra fuertemente dividida entre “La Antigua Iberia” y “La nueva Iberia”, donde el personal del pasado está sufriendo la denominada política de desgaste; esto sumado a los continuos cambios de estructura y al despido paulatino de mandos y técnicos (convencidos para recontratarlos fuera de convenio) y después despedidos.
El nuevo sindicalismo está pujando fuerte y creando confianza en un colectivo que, por primera vez, acudirá masivamente a participar en las urnas, con el objetivo de finalizar también con el tan ya manido, manipulado y fraudulento “voto por correo” de los antiguos sindicatos (CCOO y UGT).
La empresa teme por la caída de estos dos bloques fuertes de presión colectiva a través de la política del miedo y del clientelismo, respaldados siempre por el apoyo empresarial. Los sindicatos antiguos temen la emergente afiliación a la alternativa sindical con sindicatos como CTA, entre otros que, por primera vez, cuentan en sus listas con empleados cualificados, de todas las categorías laborales, dispuestos a luchar por la recuperación de los derechos laborales, la unión y motivación del colectivo y la vuelta de Iberia a los primeros puestos del ranking de empresas españolas
Más información en:
www.ctasindicato.org
Email: ctasindicatocm@gmail.com
www.facebook.com/sindicatocta
@Ctasindicato
