A algunos les ha venido divinamente la irrupción del COVID-19 para seguir desarrollando su oportunismo, manteniendo sus prerrogativas en beneficio propio.
La excusa es perfecta, ya disponen del argumentario adecuado para continuar a la baja con los salarios y el derecho laboral mientras SE PREPARAN PARA DESPEDIR a cientos de miles de trabajadores, dejando a sus familias en la más extricta miseria.
Ello debe llevarnos a rechazar sus propuestas porque, en la gran mayoría se sostienen sobre bases falsas. Las que a ellos le interesan para seguir manteniendo sus beneficios sobre el sacrificio de la masa trabajadora. Y no estamos hablando de marxismo, simplemente de economía en su cara oculta, la del liberalismo económico que es como un pozo sin fondo que todo lo traga, casualmente en la misma dirección y si es necesario para ello reducir el tamaño de la empresa, o cerrarla y se hará sin reparar en escrúpulos. LO IMPORTANTE ES SALVAGUARDAR LOS BENEFICIOS AMASADOS DURANTE EL ÚLTIMO PERÍODO ECONÓMICO.
En más de un comunicado hemos resaltado como los directivos de nuestras empresas, la mayor parte sin invertir un euro, se han forrado a base de salarios millonarios, millones de acciones, opciones de compra de acciones, opíparas comisiones, gastos personales etc. Y para muestra 2 botones: WILLIE WALLS y su millonaria indemnización y Antonio Vázquez, que deja el puesto de IAG con 4 millones de euros en el bolsillo, y para los aperitivos se queda como Consejero. TODO UN CHOLLITO.
También abandona oportunamente el Director Técnico, André Wall, y como es de esperar con su correspondiente millonaria indemnización por “el trabajo bien hecho”. Y nos presentarán a otro nuevo Director que sentará a su diestra y siniestra a los amarillos de turno, para a continuación soltarnos la perorata de que “CORREN MALOS TIEMPOS Y TENEMOS QUE SACRIFICARNOS PARA SALVAR NUESTRA EMPRESA”, y esta perorata será bendecida como siempre por los que en teoría deberían estar defendiendo los derechos de los trabajadores.
Mientras, en la parte de atrás, el reparto de los miles de millones que va aportar el gobierno, procedente de los acuerdos europeos. Desde CTA, una vez más queremos haceros reflexionar de que tenemos que reaccionar ante actitudes que suman una continuidad de “saqueo” del capital de empresas que se constituyeron con el dinero de los españoles, y que hoy siguen absorbiendo capital público a través de los Eres, de los Ertes, de los Créditos ICO, y de ayudas a fondo perdido de los fondos de la CEE.
